Placeres de Aventura – Una partida de Rol

Comenzó la historia con dos borrachines, Hero Storm, un Elfo Guerrero de esta isla de placeres La Duhx, Storm es un viajero que abusa tanto de sus habilidades como su compañero de bebida ER 6N, un Biotronic atrapado en la época antigua por caer en un agujero de gusano varios años atrás.

Ambos disfrutan de su bebida, el famoso vino de la isla. La Duxh traducido del elfico local significa El Placer, una isla dedicada a saciar los más bajos instintos de sus constantes turistas. Dominada por elfos y gigantes, la población se acostumbró a un nivel de calidad muy alto sin dejar de lado todos los placeres que puedan existir. Las risas y el efecto de este licor especial no les dejaron percatarse de un gran gordo más borracho que ellos dos juntos, sucio, con harapos y muchas ropas puestas, caminaba y gritaba incoherencias, tan mareado que no podía distinguir ni apuntar a ningún lado cayendo sobre los hombros del elfo que no entendía porque se sentía tan pesado y transpirado de repente.

– yo t-.. te conozco… sos mi amiiiigoooo – gritaba el gordo a estos dos completos desconocidos. – .. vossss… podría haber sido rico ….podría teneeerrloo tdo … pero no pueeedooooo …-

Ambos compañeros se miraban uno al otro, estaban lo suficientemente conscientes para escuchar esa ultima parte e interesarse – …¿te podemos ayudar? ….-

– no pueeedoooo cruzar… estoy goooordoooooo .. muy grannndeee – y el gigante sin poder contenerse, vomita sobre la ropa del elfo quien se lo toma de la peor forma y lo levanta para atacarlo, su compañero conociendo a los elfos y su mal genio, se levanta para evitar que comience una pelea dentro del bar, pero ya era muy tarde. Esta isla es también reconocida por su altísimo control de disturbios y cualquier cosa que pueda alterar el bien publico, y en cuestión de segundos estaban rodeados por gigantescos elfos guardianes que los tiraron afuera, con gordo y todo…

En la calle, el elfo indignado pisa al gordo que seguía hablando – perddooonnn, si yo te quierrro mi amiiigooo –

– no soy tu amigo –  lo mira el elfo tratando de intimidarlo solo causando risas al gigante, el amigo al ver esto trata de hacerse el malo, pero el gordo se tentaba más.

– bueno, bueno… grandote, ¿como te podemos ayudar? – dice el biotronic buscando cambiar el tema

– amiiigoooo te quiero… toma!!! – extendiendo un mapa mal dibujado pero con indicaciones bastante claras, con un camino que va del pueblo a la montaña nevada de la isla. – bsquen.. y traign….. …- el grandote cae bajo un profundo sueño.

– ¿que hacemos? –

– hm… podríamos ir a investigar… – responde el elfo – aunque este camino no es muy convincente – el elfo, nativo de la isla, conocía varias de las indicaciones y el camino que el grandote tomó para llegar a su destino era uno de los más complicados. – hace mucho que estoy viajando y mucho cambió desde que me fui, mejor preguntemos a algunos conocidos míos… hmmm – mira a todas partes – allí, ellos son viejos conocidos, hace años que no los veo pero pueden ayudar seguro. –

Se acercan a dos elfos, uno algo azulado, ambos muy delgados y altos. – hero storm!, ¿cuanto tiempo ha pasado? –

– bastante bastante, ¿como les ha ido? –

– … como ves, muy bien, desde que volvimos a la isla solo conseguimos trabajo, por cierto, tengo el pedido que me hizo tu padre por correo, pero no me dijo donde encontrarlo –

– puedo entregarlo yo –

– preferiría hacerlo yo mismo, no lo conozco y quisiera hablar con él. –

El biotronic que escuchaba a algunos pasos detrás, codea al elfo y le susurra que diga que él es su padre. Si bien no tienen absolutamente ningún parecido, y mientras uno es delgado y alto el otro es musculoso de estatura humana, los dos elfos no dudan y le entregan el paquete, una pequeña caja con muchas herramientas usadas para la herrería.

– ¿puedo hacerles una pregunta? – dice Storm – ¿conocen alguna forma más sencilla de subir a la montaña helada que no sea por la puerta grande? –

Los elfos se miran – podrías ir por el bosque, no es muy seguro pero allí hay una granja en la que podrían orientarte a llegar más rápido. –

– Gracias, nos estamos viendo… Harast!! («que les valla bien» en elfico) –

– Listo, ya tenemos un camino hijo – el biotronic se reía a carcajadas cuando se alejaron lo suficiente, de como logró confundir a los elfos de ser el padre.

– jejeje… no me confiaría, no conozco ese bosque. Aunque mi primo es un cazador reconocido, quizá pueda decirnos algo, lo vi en la pista de juego –

En el gran complejo de edificios, había un espacio donde se desarrollaba un juego local, los participantes con gran destreza, velocidad y fuerza se tiraban unos a otros un disco inflado pero rígido y plano, corrían de un lado al otro como flotando abriendo y cerrando los huecos a donde se tiraba el disco. Cuando el disco golpeaba a alguien y este no podía atraparlo, salía. En eso, fue golpeado uno de los que parecía de los mejores, pero se distrajo, al ver a su primo Storm.

Saliendo de la cancha, saluda y se reencuentra con su primo. Él le cuenta un poco lo que querían hacer, pero el estado de embriaguez que tuvieron hasta menos de una hora antes, le causó gracia al primo quien los invitó para descansar en su casa.

– oye, «primo» – se dirigió ER al primo de Storm – veo que eres un gran deportista y me fascinó la velocidad y fuerza con la que jugaste –

– muchas gracias forastero –

– ¿podrías enseñarnos algo de eso? nos vendría bien un poco de entrenamiento – Storm lo mira y se da cuenta del bajo estado físico en el que se encuentran, ya que hacía ya varias semanas que estaban solo disfrutando de los placeres de la isla… ya casi sin dinero y por poco sin vida…

– sería un placer. Pasaré por ustedes mañana en la mañana, ahora debo irme. –

– jejej bien! vamos a disfrutar un poco más de este paraíso – el biotronic frota sus manos en señal de tener mucha energía para gastar aún, pero el elfo lo mira y se ríe ya que lo que no tienen es dinero para seguir haciéndolo. – déjamelo a mi, empecemos con las apuestas!! –

entraron en el primer casino que encontraron, y ER comenzó a apostar, sin ganar ni perder mucho buscaba algo que realmente les dejara ganancias, entonces su compañero recordó que en la parte alta, la privada se hacían apuestas a lo grande… pero era un sector muy particular… Fueron hasta las escaleras donde los guardias los detuvieron, el elfo solo tuvo que mencionar el nombre de uno de los capos internos para que le dejaran pasar, con muchos ojos en sima, caminaron hasta la parte de apuestas. En una mesa, un señor muy gordo sostenía un par de dados y los miraba con cara muy fea.

– Entro – dijo ER mirando al gordo que le sonrió

– Ambos o nada – respondió señalando con la mirada al elfo, quien haciendo una mueca aceptó. – muy bien, haremos esto, ustedes no tienen cara de ser los más bendecidos del lugar, pongan la mitad de lo que llevan y yo les daré 50 monedas a cada uno si me ganan- el señor los miraba mientras sacaban 70 monedas entre los dos – jajajaj aquí vamos – tira los dados sacando doble 6, el máximo – lo siento, perdieron –

– aun no, dejame ver – tiraron sus dados obviamente sacando menos que el anfitrión. – esto no se termina! vamos una vez más por lo que tenemos – ansioso y entusiasmado el biotronic puso todo lo que le quedaba, y el elfo ya decepcionado y rendido colocó sus ultimas monedas. –

– valiente – tira los dados y saca 9 – más de lo que necesito –

– preparaaadooooo – tira el apostador sacando solo 3 puntos, el elfo se reía por el efecto del licor, pero por dentro estaba muy nervioso, todo dependía de él, tira sus dados y saca 10

– si!! – se para el elfo. Tomando el premio y apurando a su amigo a salir – ya vamonos ya está recuperamos y ganamos – salieron bajo la indignada mirada del señor del lugar. Con sus pocas monedas ganadas terminaron en la casa de Storm totalmente borrachos y agotados…

A la mañana siguiente, el primo como les advirtió fue a despertarlos y buscarlos para un rápido entrenamiento. Los compañeros no habían alcanzado a dormir más de 3 horas, ya que se pasaron toda la noche de fiesta aprovechando la estadía en esta lujosa y divertida isla, pero eso no detuvo al primo que los obligo a moverse.

Los llevó hasta el patio de su casa


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